La turquesa es una hermosa piedra preciosa que ha sido popular en muchas culturas durante muchas décadas, apreciada no solo por su impresionante color azul sino también por sus propiedades espirituales y curativas. Se dice que trae suerte, paz y protección, así como buena fortuna, tranquilidad y esperanza.
La palabra "turquesa" proviene de una palabra francesa que significa "turco", probablemente porque la piedra fue introducida en la Europa medieval por fuentes turcas. De hecho, la historia de la turquesa se remonta a miles de años, y algunos de los ejemplos más antiguos de joyería de turquesa se remontan a la época del antiguo Egipto.
El verdadero valor de una piedra turquesa se basa principalmente en la uniformidad y saturación de su color. Los grados más altos de turquesa se usan para cabujones, tallas e incrustaciones, mientras que los grados más bajos se usan como cuentas pulidas o cuentas naturales "estilo pepita". La mayoría de las piedras turquesas naturales tienen vetas negras o grises, lo que puede restar valor a su apariencia general. Lograr una piedra turquesa azul puro es raro y puede ser bastante costoso.
Para superar este problema, la industria de la joyería ha creado cuentas de pasta turquesa. El proceso implica tomar turquesa natural molida y filtrar las impurezas para crear un color turquesa puro. Luego, esta pasta se moldea en cuentas y se pule para darles un color turquesa natural. ¡Estas cuentas son especialmente útiles para piezas pequeñas y delicadas como nuestras joyas para bebés!
Vale la pena señalar que la turquesa es la piedra natal de diciembre y es un regalo maravilloso para cualquier persona nacida en ese mes, así como para cualquiera que aprecie la belleza única y las propiedades espirituales de esta impresionante piedra preciosa.